La forma de vivir y hacer negocios ha cambiado, sin embargo para muchos esto no se percibe en su exacta dimensión pues se conocen las consecuencias de lo que está sucediendo pero no las causas, menos aún cómo enfrentar los desafíos ante el avance tecnológico, social, político y de negocios, en un mundo complejo, caracterizado por la incertidumbre, volatilidad, complicación y ambigüedad.
Guillermo Herrera Molina
8 de Febrero de 2017
La globalización es parte del entorno y mundo empresarial, el mundo sin fronteras llegó para quedarse, a pesar de las diferencias políticas y formas de pensar y tomar decisiones de los países. La globalización ha contribuido a un mundo de negocios más inmediato, más rápido, de más conocimiento y el cual se sustenta en una gran conectividad digital causada por el avance tecnológico e Internet como la plataforma que cambió las relaciones para siempre entre compradores y vendedores, entre oferta y demanda, y entre quienes ganan y pierden.
La conectividad digital sin precedentes permite que se cree una gran cantidad de datos, información y conocimiento sin precedentes, a través de diferentes medios digitales, sean estos propios o de terceros, lo que genera a su vez una gran competencia entre las empresas productoras de diversos servicios y bienes.
Muchas oportunidades se presentan en este ambiente de hipercompetencia, pero a la vez el gran conocimiento que se crea permite que empresas desconocidas compitan en forma inmediata con precio y condiciones inigualables, para clientes y beneficiarios muy informados, conectados, irreverentes y con decisión propia para escoger lo que les conviene.
Todo lo anterior hace que los servicios y bienes ante tanta competencia y tanta oferta, se vuelvan muchas veces commodities, sin mayor valor agregado, lo que resulta en productos sin innovación que no satisfacen los requerimientos y no resuelven los problemas de los clientes.
Ante este panorama surge la necesidad de innovar, tanto en los modelos de negocios y propósito estratégico de las empresas, como de lograr bienes, servicios y procesos innovadores que permitan disminuir costos y aumentar los ingresos.
A continuación veremos los cuatro retos empresariales que enfrentan las empresas y seguirán enfrentando en los próximos años.
Ante la complejidad y sus cuatro componentes claves de: volatilidad, incertidumbre, complicación y ambigüedad, es importante comprender que este factor de nuestro tiempo presente tiene una gran influencia en la forma que debemos dirigir y hacer crecer nuestras empresas.
En estudios realizados por IBM a CEOs del sector público y privado, los resultados muestran que el principal
reto que enfrentarán los tomadores de decisiones
de empresas y organizaciones es la creciente “complejidad” y que piensan que incluso se acelerará esto durante los próximos años. Y además creen que ni las empresas y organizaciones están sabiendo como lidiar con la complejidad.
Para poder sobrevivir y crecer en un mundo de negocios complejo, se requiere innovar y además contar con el equipo y talento de las personas para lograrlo, de lo contrario no se producirá la creatividad e innovación para que se puedan disminuir costos y aumentar los ingresos y resultados en el ambiente empresarial. Es acá donde la gestión del talento se vuelve un factor crítico y necesario.
Y adicionalmente sin un proceso de transformación digital que permita una administración efectiva de los datos y una medición exacta de la experiencia del cliente, no podremos ir mucho más allá e introducir verdaderos cambios en favor de lograr los resultados deseados alrededor de las finanzas, clientes, procesos de trabajo, tecnología y personas.
Se deben reinventar las relaciones y formas de hacer negocios con los clientes, las viejas recetas del pasado no funcionan hoy día, si las empresas permanecen en el anonimato sin utilizar correctamente los medios digitales como las redes sociales y el desarrollo de una transformación digital robusta será muy poco probable que junto a la innovación agreguen y retengan valor para los clientes y beneficiarios.
La globalización y el hiperconocimiento generado por la hiperconectividad creada a partir de Internet han potenciado en forma exponencial las opciones de los clientes para investigar, escoger, decidir y ser fieles o no a determinados bienes y servicios. La explosión de datos e información presente hoy día y a futuro, permitirá conocer más a los clientes, lo cual genera una gran oportunidad para crear y desarrollar negocios diversos.
La creatividad que es la competencia que antecede a la innovación será en los próximos años una de las destrezas y habilidades claves, al lado del pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas complejos, tal como lo detalla en su estudio el Foro Económico Mundial, según se muestra en diagrama adjunto.
Si somos creativos y no innovamos, es poco lo que se puede lograr, pues no llegaremos a colocar nuestros productos y servicios en el mercado meta que escojamos. Innovar permite pasar de la creatividad a llenar las necesidades y resolver
los problemas de los clientes, de tal forma que se perciba con valor y estén dispuestos a pagar con un sobreprecio por lo que entregamos.
Si somos innovadores tendremos la oportunidad de engrandecer nuestras competencias de resolución de problemas complejos y de pensamiento crítico, ya que la innovación necesariamente nos conduce a resolver problemas evitando utilizar
las formas tradicionales de abordar y resolver los problemas, nos permite cambiar nuestra inercia psicológica, en favor de nuevos caminos para crear estrategias, modelos de negocio, productos, servicios y procesos innovadores,
a la vez que aprendemos a resolver los problemas complejos que se presenten utilizando el pensamiento crítico.
Practicar la creatividad e innovación significa tener la osadía de crear a lo interno de las organizaciones startups de alto valor tecnológico. Las organizaciones que sobresalen hoy día, practican y promueven la experimentación y se
arriesgan a crear nuevas empresas o startups de alto valor tecnológico.
Hoy día el empresarialismo no es un asunto fuera de las organizaciones, todo lo contrario es una disciplina que debe aprovechar las grandes oportunidades presentes y crear startups alrededor de tecnologías digitales, ciencias de la
vida, logística, finanzas, comercialización, producción fabril, agricultura, energías renovables, agua, desechos sólidos, y muchas más.
Los líderes en las organizaciones deben aprender a crear startups de alto valor tecnológico realizando cambios profundos en el modelo de negocio y propósito estratégico. Deben aprender a administrar los riesgos de forma creativa e
innovadora, buscando nuevas ideas y aplicando metodologías para hacer crecer el empresarialismo y creación de nuevas empresas de alto valor tecnológico.
Para crear nuevos productos, servicios y procesos innovadores una forma efectiva de realizarlo es a través de la creación paralela de startups lo cual permite utilizar el talento interno de las organizaciones y junto a clientes, proveedores
y otros actores claves realizar la sinergia y potenciamiento del ADN empresarial presente.
Israel hoy es el país con mayores capacidades de emprendimiento e innovación per cápita del mundo. Y esto lo ha logrado a través de crear un ecosistemas y modelo de negocio a nivel país que ha contribuido a que hoy día el PIB de esta
nación sea en gran parte derivado de la creación de startups de alto valor tecnológico.
La respuesta es sí, y ya hay organizaciones que están promoviendo el empresarialismo y dentro de esta disciplina el crear nuevas empresas de alto valor. No es suficiente crear nuevos modelos de negocios y lanzar nuevos productos y
servicios al mercado, hay que desarrollar nuevas empresas que permitan un alcance más amplio de las organizaciones y un desarrollo de negocios global.
La mejor forma de obligarnos a innovar es crear nuevas formas de solucionar los problemas y llenar necesidades de los clientes, y el camino adecuado es la creación de startups.
Si el liderazgo de los tomadores de decisiones sean estos del sector privado, Gobierno u organizaciones sin fines de lucro pretende ser creativo, se deben incorporar competencias como las descritas antes, ser abiertos, imaginativos,
asumir riesgos y desechar metodologías obsoletas que no permiten dar cabida al surgimiento de nuevas empresas de alto valor que son el antídoto a la complejidad en la cual se desarrollan los negocios en la actualidad.
Los startups de alto valor tienen una característica que las hace únicas y por lo cual deben ser parte de la preocupación diaria de los tomadores de decisión, y es que desde que son creadas, las relaciones con los clientes y el valor
agregado presente en las mismas provienen de un ejercicio de reinvención profundo que permite salirse de la caja o vencer la inercia psicológica a la que estamos acostumbrados. Esto hace que nos movamos a otra dimensión del pensamiento
crítico que nos dará frutos y éxitos futuros.
Los 6 empleos de más demanda para el 2017 son alrededor de la tecnología, según el reporte de Linkedin de reclutamiento realizado por firmas en esta red social:
A esto sumemos los empleos que demanda un país en particular como Costa Rica, que ha colocado a la industria de servicios como uno de sus pilares de crecimiento, llámese a esto, servicios alrededor de la industria biomédica, manufactura
avanzada, ciberseguridad, aprendizaje multicultural y otros más.
El reto empresarial será como crear startups de alto valor tecnológico a sus empresas profesionales que posean las competencias duras y blandas que se requieren.
En la segunda parte de este artículo estaremos abordando los dos siguientes retos de Gestión del Talento para la Creación de Culturas de Innovación y Ejecución y Creación de Organizaciones Triple Utilidad.
En la segunda parte de este artículo estaremos abordando los dos siguientes retos de Gestión del Talento para la Creación de Culturas
de Innovación y Ejecución y Creación de Organizaciones Triple Utilidad.